lunes, 13 de agosto de 2012

"La nostra vita"(2010), se proyecta en el Cine Club Rosario(Argentina)

(Nuestra vida fue definida por la crítica italiana como un retrato profundo de la Italia actual)


En las funciones de mañana, a las 20 y 22, en carácter de preestreno, y como es habitual ya desde hace muchos años en la sede de la Asociación Médica, España 401, se podrá ver el film de origen italiano Nuestra vida, (La nostra vita), film de Daniele Luchetti, realizador de origen romano nacido en 1960, a quien tenemos presente por su labor como asistente de dirección en Aprile de Nanni Moretti, en el 98, y como director, ya desde el 88, por ese excepcional film que es Sucederá mañana (Domani accadrá), seguido por La investigación (Il portaborse) estrenado dos años después, hoy considerado ya un clásico.
Tras varios films que aquí no se dieron a conocer, finalmente, en el 2008, y tras su premiación, se estrenó en nuestro país Mi hermano es hijo único, film que nos acerca a un conflicto de orden familiar, desde perspectivas ideológicas enfrentadas, en el arco de los 60 a mediados de los años 70. En este, su octavo film, Daniele Luchetti pasa revista a los comportamientos generacionales, a los contrapuntos entre diversas posiciones que se plantean desde dos hermanos, uno ligado al mundo de la fe, seminarista; el otro, comprometido con las ideas y el accionar de la izquierda de su momento; ambos, interpretados por Elio Germano y Riccardo Scarmaccio, respectivamente.
Es ahora nuevamente Elio Germano el protagonista de este film, Nuestra vida, (La nostra vita), que Cine Club Rosario va a presentar mañana en su Función Aniversario. Y por su labor en el mismo como obrero de la construcción que cumple sus horas en la periferia de Roma, como padre de familia que está a la espera de su tercer hijo, mereció el premio a la mejor interpretación en la edición del Festival de Cannes del 2010, junto a Javier Bardem, éste por Biutiful.
Desde un guión de Sandro Petraglia, Stefano Rulli y el mismo director, Nuestra vida, fue definido por la crítica italiana como el retrato más profundo que el cine de ese momento ofrecía, desde el punto de vista sociológico, sobre la Italia actual; libre de todo esquematismo ideológico y en el seno de toda una conflictiva familiar, a la que pertenece su protagonista, Claudio. Y que al igual que en La prima cosa bella de Paolo Virzi no le teme a los sentimientos, a los momentos que emocionan, a los estados de ánimo, en relación con las crisis de angustia y de felicidad por los que pasan sus protagonistas.