martes, 22 de julio de 2025

(Scan) Intervista/Entrevista a Raoul

Prato Review
Luglio/Julio 2025
 


RAOUL BOVA: DEL SUEÑO AMERICANO AL PODER DEL TEATRO. EN NOVIEMBRE, PROTAGONISTA EN PRATO CON EL NADADOR DE AUSCHWITZ


Es uno de los rostros más emblemáticos del cine y la televisión italiana, pero Raoul Bova sigue sorprendiendo. Después de perseguir (y parcialmente conquistar) el sueño americano con mudanzas a Estados Unidos, audiciones en Hollywood y anuncios con Madonna, hoy se mueve con facilidad entre sets internacionales y escenarios teatrales, pasando de la ficción italiana (Don Matteo) a la serie de culto Emily in Paris, donde es uno de los pocos actores italianos elegidos por la producción de Netflix.

En noviembre llegará al Teatro Politeama de Prato con El nadador de Auschwitz, uno de los primeros títulos de la programación de la nueva temporada teatral. Un espectáculo intenso, que lo ve solo en el escenario en un conmovedor monólogo inspirado en la vida del nadador francés Alfred Nakache, superviviente de los campos de exterminio. En esta entrevista especial, Bova se deja llevar como rara vez lo hace: habla de sí mismo, de sus experiencias en el set y de las pruebas de la vida.

Alcanzó la fama, su carrera es una sucesión de películas, series de televisión, producciones, nombres de grandes directores (desde Lina Wertmüller a Pupi Avati, desde Giuseppe Tornatore a Ferzan Özpetek) y encuentros memorables con estrellas del calibre de Angelina Jolie, Sylvester Stallone, Steven Spielberg y Tom Hanks. A pesar de ello, nunca dejó de desafiarse a sí mismo. Y hoy, con el teatro, parece haber encontrado un espacio nuevo, auténtico, en el que contar la historia del ser humano, incluso antes que del personaje.

UNA CARRERA LLENA DE PELÍCULAS, SERIES DE TELEVISIÓN Y PRODUCCIONES INTERNACIONALES

El nadador de Auschwitz es una historia intensa, que parte también de su conexión con el deporte. ¿Cuánto influyó tu experiencia como deportista en tu carrera artística?
 
 El deporte fue mi primer gran amor, pero llegó un momento en que sentí que ya no era suficiente. Las carreras habían perdido su atractivo y sentí la necesidad de encontrar otra pasión que me encendiera de la misma manera.

Fue allí donde comencé a mirar la actuación con curiosidad. Tenía sólo diecisiete años, aún no sabía realmente lo que significaba, pero comencé a hacer pequeños cursos, a buscar una agencia, a dar mis primeros pasos. Mi fortuna fue conocer personas que me transmitieron emociones.

PORTADA DE TEATRO

raoulbovaspain.blogspot.com

y pasión, lo que me hizo enamorarme de esta profesión. Y desde allí nunca más paré.

El rigor y la disciplina del deporte son re-

¿También te mantuviste aislado en tu vida como actor?

Absolutamente sí. El deporte te enseña a resistir, a comprometerte, a aceptar la derrota y a valorar los éxitos sin crecerte de la raya. Es un gran campo de entrenamiento para la vida. Lo que obtienes, tanto en los deportes como en la actuación, nunca es definitivo. Siempre debes trabajar para hacer crecer lo que has logrado, diversificarlo, darle vida. Sin compromiso, las oportunidades no te llevan lejos.

El protagonista de El nadador de Schwitz, Alfred Naka-che, es un personaje poco conocido pero muy poderoso. ¿Cómo abordaste su historia? Au-

No lo conocía antes de este programa. Nunca lo había encontrado ni siquiera en los libros escolares, y quizás eso sea una pena. Es una figura increíble. El elemento que más me fascinó fue la relación con el agua. El agua como lugar de renacimiento, de resistencia, pero también de silencio. En el teatro,

Con este monólogo, entramos en el cuerpo y la mente de un hombre que ha experimentado el horror, y lo hacemos no sólo contando el sufrimiento, sino también el poder del pensamiento positivo. Este fue para mí el punto más fuerte: cómo, incluso en la oscuridad absoluta, la elaboración de un pensamiento puede convertirse en una forma de resistencia.

'EL DEPORTE ES UN GIMNASIO PARA LA VIDA. 'SIN COMPROMISO, LAS OPORTUNIDADES NO TE LLEVAN LEJOS'

La figura de Viktor Frankl, fundador de la logoterapia, también surge en el monólogo. ¿Qué importancia tuvo llevar este aspecto también al escenario? 
 
Fundamental. Frankl cuenta cómo, incluso en las condiciones más inhumanas, es posible encontrar sentido. Este “pensamiento proactivo”, este impulso de buscar una razón, una dirección incluso cuando todo a nuestro alrededor se está derrumbando, es un mensaje poderoso.

Es un espectáculo que no sólo quiere contar una historia dramática, sino acompañar al público en una experiencia profunda, donde la conexión entre escenario y público es muy fuerte. En el teatro, la inmersión es diferente que en el cine: sientes al público, lo respiras. Incluso el silencio se convierte en parte integral de la narrativa.


¿Qué es lo que más te fascina del escenario, en comparación con el set de cine o televisión?

El teatro te deja completamente desnudo. No tienes filtros, ni tomas ni ediciones que te salven. Estás ahí, en vivo, con tu cuerpo y tu voz. Y si algo no funciona, lo notas inmediatamente.

Al mismo tiempo, sin embargo, tienes contacto inmediato con el público.

Es un viaje compartido. Cada noche es diferente, cada reacción te influye. El escenario te pide todo, pero también te devuelve mucho.

Permite descubrir nuevos matices, medirse auténticamente.

Tu espectáculo, en noviembre, estará entre los primeros de la temporada teatral, en el Teatro Politeama de Prato. Puede que la ciudad no te diga mucho, pero seguro que conoces la Toscana. Los tres lugares favoritos de Raoul Bova en la Toscana: ¿cuáles son?
 
.El primero es sin duda Castiglione della Pescaia, pasé momentos maravillosos allí con mis hijos cuando eran pequeños. Era un oasis de paz, inmerso en la naturaleza, lejos de todo. La segunda es Florencia,  quien organizó mis primeros espectáculos y siempre me recibió con gran calidez. Tengo muchos vínculos emocionales con esta región, que considero casi un segundo hogar.

Además del teatro, ¿dónde te veremos en los próximos meses?

Es un período muy rico. Acabo de terminar de rodar Buongiorno, Mamma, una serie que me gusta mucho porque aborda temas familiares profundos pero con ligereza e ironía. Luego me involucré en Emily en París, que fue una maravillosa experiencia internacional. Y por último también volví a Don Matteo, un proyecto que sigue sorprendiéndome y dándome emociones. 

Última pregunta: ¿qué esperas que el público se lleve consigo al salir del teatro?

Espero que esto les traiga algo en qué pensar. De la fuerza del cuerpo, de la mente, pero sobre todo del pensamiento. Que puedas salir con algo más de lo que trajiste. No sólo emoción, sino también una nueva mirada.



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